Los médicos pueden escuchar el latido del corazón, los pulmones y el estómago de sus pacientes para ayudarles a diagnosticar la enfermedad. Podemos escuchar los motores para tener una indicación si necesitan reparación. Podemos identificar a personas por el sonido único de su voz o por el sonido de sus pisadas. Podemos identificar a los animales por sus sonidos: el canto de los pájaros, el ladrido de los perros o el zumbido de los insectos, Todos podemos aprender del mundo por medio de los sonidos que oímos. De esta manera, nuestro sentido del oído nos ayuda aprender del mundo que nos rodea.
El sonido es muy importante en nuestra vida. El sonido nos puede poner felices con la música, el baile o al tocar un instrumento musical. Sin embargo, el sonido puede ser perjudicial cuando está demasiado fuerte. Los sonidos también nos pueden advertir del peligro, como en el caso de una sirena de incendio. A veces cuando estamos solos en casa, el sonido de la radio o televisión nos puede tranquilizar.
Pero ¿qué es el sonido?
El sonido es generado por vibraciones. Cuando cualquier objeto vibra, causa el movimiento de las partículas alrededor. Estas partículas chocan con las partículas cercanas a ellas, lo que las hace vibrar también y haciéndolas chocar con las partículas de más allá. Este movimiento, llamado ondas sonoras, sigue adelante hasta que se queda sin energía.
Estas vibraciones u ondas sonoras pueden viajar a través de sólidos, líquidos o gases. Pero el sonido se propaga mejor a través de objetos sólidos porque están más compactas las moléculas y no tienen que moverse una gran distancia para chocar la una con la otra y así transmitir las vibraciones.
¿Cómo escuchamos el sonido?
Si tu oído está dentro del rango de las vibraciones u ondas sonoras, tú puedes escuchar el sonido. Nuestros oídos recogen las vibraciones y pasan desde el canal auditivo hasta el tímpano. El tímpano vibra como la “cabeza” de un tambor. Otros pequeños huesos en el oído siguen con las vibraciones hasta que llegan al oído interno, donde las vibraciones son cambiadas a señales que se envían al cerebro.
